Reducir el riesgo para las ballenas aporta beneficios adicionales, como la disminución de los impactos de la contaminación del aire, las emisiones regionales de gases de efecto invernadero y el ruido oceánico.
Reducir el riesgo para las ballenas aporta beneficios adicionales, como la disminución de los impactos de la contaminación del aire, las emisiones regionales de gases de efecto invernadero y el ruido oceánico.