Con la caída de la demanda de importaciones, el descenso de los fletes, la cartera de pedidos de portacontenedores en máximos históricos y los transportadores marítimos cancelando viajes, podría pensarse que nadie va a fletar más buques. De hecho, el mercado de fletamento de portacontenedores dista mucho de estar muerto.
Las tarifas de flete están muy lejos de sus máximos. Atrás quedaron los días en que un portacontenedores pequeño podía ganar 200.000 dólares al día durante tres meses, o un buqu...